Los globos de alta presión pueden diseñarse para realizar varias tareas a la vez, por ejemplo, oclusión junto con la posición del dispositivo. Un ejemplo sería un tratamiento para la BPH que involucra la aplicación de energía térmica a la próstata con una antena de microondas dentro de un globo (Figura 8). La energía de microondas se emite a través de las paredes del globo, calentando la próstata desde adentro hacia afuera a medida que las microondas penetran en el tejido. La antena debe enfriarse durante el procedimiento para evitar que se sobrecaliente, lo que se logra mediante la administración de un líquido refrigerante que también enfría el revestimiento de la uretra para protegerla del daño térmico. Como una función adicional, se agrega una pequeña luz lateral al globo de enfriamiento que coloca con precisión un sensor térmico en relación con la curva del catéter y lo mantiene contra el tejido que se está tratando. El sensor se puede usar para controlar el nivel de energía de la antena de microondas y cortar la energía si la temperatura sube demasiado.